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Andrés Sansone, coordinador macroeconómico de Hacienda: “Con la casa ordenada uno ya puede pensar en crecimientos más sostenibles en el tiempo”

El economista defiende el nivel de ajuste de la actividad el año pasado, la que era necesaria -dice- para reducir la inflación y cuyos costos fueron menores a los esperados. También anticipa un alto Imacec para febrero y que la proyección de PIB de 2,5% del Gobierno no tiene un sesgo.

Por: Sebastian Valdenegro | Publicado: Lunes 25 de marzo de 2024 a las 04:00 hrs.
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Foto: Julio Castro
Foto: Julio Castro

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El desempeño de la economía chilena marcó la pauta la semana pasada. El Producto Interno Bruto (PIB) se expandió 0,2% en 2023, revirtiendo la caída de la misma magnitud que se desprendía de los registros anuales del Imacec.

Una cifra que Andrés Sansone prefiere mirar con cautela. El coordinador macroeconómico del Ministerio de Hacienda enfatiza que el dato está en línea con las proyecciones que la cartera ha entregado en los Informes de Finanzas Públicas (IFP) más recientes.

“Es una cifra baja, pero es importante entender el contexto”, señala el economista de la Universidad de Cuyo, en Argentina, con una maestría de la Estatal de Arizona y exfuncionario del Banco Central y de la OCDE.

“Si hubiésemos crecido más, digamos al 3%, dado el nivel de PIB tendencial que tenemos, probablemente eso hubiese implicado que los desequilibrios se mantenían, inflación persistentemente más alta, tasas de interés más altas, más déficit de cuenta corriente”.

“Solo manteniendo el nivel de enero, tendríamos un crecimiento de 1,9%, lo que le pone una especie de piso a nuestra proyección”.

“Si se ejecutase todo el Presupuesto en gasto en capital y lo comparamos con el año pasado, podríamos tener hasta US$ 2.000 millones más de inversión que el año previo”.

- ¿A qué se refiere?

- La economía generó fuertes desequilibrios durante 2021 producto de los retiros de fondos de pensiones y las masivas transferencias fiscales que se dieron, sobre todo cuando ya estábamos saliendo de la pandemia. Esto es algo que no sucedió en otros países emergentes.

Y el tener este exceso de gasto, una economía sobrecalentada, requería un ajuste para poder disminuir la inflación. Los economistas llamamos esto la razón o coeficiente de sacrificio. Es decir, cuánto es el costo en términos de actividad en reducir la inflación. Y lo positivo, si se quiere en este caso, es que esta razón de sacrificio -que se creía necesaria al comienzo del ciclo- terminó siendo menor que lo que habría sido en otros episodios.

- ¿Qué habría ocurrido si la economía hubiera crecido más?

- Si hubiésemos crecido más, digamos al 3%, dado el nivel de PIB tendencial que tenemos, probablemente eso hubiese implicado que los desequilibrios se mantenían, inflación persistentemente más alta, tasas de interés más altas, más déficit de cuenta corriente… todos elementos que a la larga terminan siendo más costosos para las familias y los hogares y las empresas.

- ¿Ha estado ausente de la discusión ese contexto? Ha habido mucho debate sobre si el 0,2% es positivo o mediocre.

- Yo diferenciaría un poco tal vez la discusión política y la técnica en las instancias que he tenido con organismos internacionales, bancos de inversión. Este tema lo tienen bien presente, que era parte del ajuste que era necesario para equilibrar la inflación y el mismo mercado se fue sorprendiendo al alza. O sea, quizás el ajuste que ellos creían que era necesario para bajar la inflación terminó siendo menor que el que efectivamente fue necesario.

- Usted califica el 0,2% de “bajo”. ¿De qué otra manera se puede calificar?

- A ver, necesitábamos un ajuste y el ajuste, dados los elementos que hemos visto, fue menos doloroso del que inicialmente muchos creían necesario para poder bajar la inflación.

- Otro debate que se ha generado es si tenemos que conformarnos o no con crecer tan poco. Principalmente por el lado del ministro Marcel, del Presidente, de la vocera de Gobierno, se realzó mucho este número.

- Ya realizamos el ajuste que se requería, eso es importante de señalar. Poner las cuentas fiscales en orden, tener bajas cifras de inflación, con las expectativas ancladas, un déficit de cuenta corriente que está en torno a niveles promedio. Como dijo el ministro Marcel, con la casa ordenada uno ya puede ahora empezar a tener crecimientos que sean más sostenibles en el tiempo. Para este año nosotros estamos esperando un 2,5% de crecimiento.

- ¿Qué los lleva a sostener esa proyección?

- Los elementos detrás son un sector externo algo más débil, pero que no es desfavorable, además de términos de intercambio que en términos relativos son históricamente altos, y un tipo de cambio elevado que fomentaría el sector exportador.

Y, por el lado interno, la economía ha ido generando estas holguras que eran necesarias para disminuir la inflación. Eso le va a dar espacio a la economía para crecer. Tenemos una política fiscal que va a ser expansiva en cuanto a la inversión pública y una política monetaria que el Banco Central ha indicado que va a seguir siendo menos contractiva, lo que le va a dar impulso a la inversión privada. Y, por último, para el consumo privado tenemos un aumento de los salarios reales y una recuperación que va a venir en el empleo producto de la mayor actividad.

- En mayo viene un nuevo IFP. ¿El sesgo de la proyección de 2,5% es al alza?

- Hay todavía varias noticias que vamos a tener de acá hasta nuestra próxima actualización de proyecciones. Falta el dato de febrero, que probablemente sea una cifra elevada de Imacec, dado que es un año bisiesto. Marzo es un mes medio atípico, ya que tiene tres días hábiles menos que el año anterior. Entonces, hay que analizar esas cifras.

Obviamente, dentro de la volatilidad que tienen, es importante no entusiasmarse mucho con el dato de febrero ni deprimirse tanto con el dato de marzo. Y bueno, vamos a tener varias novedades entre medio. Entonces, habrá que ponderar en su minuto cómo ajustaremos las proyecciones. Preferiría no poner sesgos.

- Ha habido mucha discusión pública respecto a las proyecciones. ¿Qué están viendo ustedes que el mercado no? Porque el ministro ha sido insistente en cuestionar las proyecciones de los analistas.

-  Esa es una pregunta más para los analistas de mercado. Para nosotros, lo importante es que nuestras proyecciones sean lo más realistas posibles, ponderando los riesgos en su justa medida. No buscamos ser ni conservadores ni optimistas, sino tratar de estimar de forma más realista lo que creemos que va a ocurrir dados los antecedentes que contamos.

Ahora, ya el dato de enero fue elevado. Como señalaba el ministro, solo manteniendo el nivel de enero, tendríamos un crecimiento de 1,9%, lo que le pone una especie de piso a nuestra proyección.

Preocupación por la inversión

- Otro tema de las Cuentas Nacionales fue la inversión, porque tanto la inversión total como la Formación Bruta de Capital Fijo cayeron en 2023. ¿Les preocupa?

- Primero, una breve diferenciación entre lo que se entiende como inversión total y formación bruta de capital fijo. La inversión total incorpora las variaciones de existencias y es natural que en un ambiente de tasas reales altas y una demanda cayendo, no se desee tener tantos inventarios. Ahora, la más relevante para el crecimiento tendencial de la economía es la Formación Bruta de Capital Fijo, que es la inversión en infraestructura, edificios, máquinas, cosechadoras, generadores, motores. La inversión en capital productivo.

Lo que mostraron las Cuentas Nacionales es que en este ciclo la formación bruta de capital fija fue menos procíclica que en otros episodios. De hecho, los datos mostraron correcciones al alza para 2022, que creció 2,9%, cuando en algún momento de ese año se esperaba que cayera 3%, y para 2023 mostró una caída de 1,1% con una dinámica durante el año donde al principio se observaba crecimiento, pero durante la segunda parte del año empezó a mostrar caídas que pueden estar muy vinculadas al deterioro de las condiciones financieras internacionales durante la última parte del 2023.

Ahora, obviamente hemos tomado nota de ello y hay varias medidas que estamos trabajando para revertir y hacer crecer la inversión durante 2024.

- ¿Como cuáles?

- En primer lugar, poder agilizar las tasas de ejecución de la inversión pública del Presupuesto. Hasta el momento, se ha avanzado en identificar hasta el 90% de la inversión pública a febrero. Eso es un hito en los últimos años. Y, en ese sentido, el Gabinete Pro Crecimiento y Empleo lo tiene como una de sus prioridades.

Y, por otra parte, se está trabajando en un proyecto para dar apoyo a ciertos sectores para la reactivación. No puedo adelantar cuáles son las medidas, pero ya el ministro ha señalado que habría varias medidas en apoyo a la reactivación del mercado hipotecario y el sector de la construcción, que son uno de los sectores que hemos identificado que ha estado más débil en este ciclo de inversión.

También es bien relevante poder agilizar la inversión pública. Si se ejecutase todo el Presupuesto en gasto en capital y lo comparamos con el año pasado, podríamos tener hasta US$ 2.000 millones más de inversión que el año previo.

“Sin el Mepco, en las últimas semanas las bencinas habrían estado en promedio $ 100 más altas”

El especialista considera que la reciente alza del dólar no debiera tener efectos relevantes en la inflación y reafirma el compromiso de Hacienda con la regla fiscal.

- Un discurso de la presidenta del Banco Central la semana pasada reabrió la discusión sobre un ajuste de 100 puntos base en la tasa en abril. ¿Creen que la política monetaria debe acelerar los próximos recortes?
- Como Ministerio de Hacienda no nos vamos a referir a ese tema. Dentro de muy poco vamos a tener el próximo IPoM y la información pública que tenemos hasta el momento es que en la última RPM señalaron que la TPM llegaría a su nivel neutral hacia la segunda parte de este año.
- El dólar alto beneficia a los exportadores, pero genera efectos en la inflación. ¿Cómo se conjugan ambos factores?
- Los efectos en la inflación dependen un poco de las causas. De todas maneras, dada mi experiencia en el Banco Central, el emisor pondera muchos elementos, no solo el tipo de cambio. Creo que en el IPoM harán un análisis probablemente más profundo, explicando las implicancias de cada variable en su proyección.
- ¿Pero desde Hacienda les preocupa algún efecto de segunda vuelta sobre los precios? Vimos registros altos en enero y febrero.
- En el marco de tipo de cambio flotante con que contamos, los movimientos del tipo de cambio permiten que los ajustes en la economía sean de forma más eficiente. Por lo tanto, no me preocupa en el sentido de los efectos macro que puede tener, porque permitirá que los ajustes se realicen de la forma más eficiente.
- Lo que sí ha generado efectos inflacionarios son las bencinas. La semana pasada hubo alzas sobre $ 30 por litro y se anticipan otras a futuro. ¿Están analizando alguna modificación a los parámetros del Mepco?
- El Mepco es el mecanismo que busca suavizar los traspasos de los movimientos de los precios internacionales del dólar al consumidor local, reduciendo los fuertes incrementos o las bajas. Los precios internacionales de la gasolina se han incrementado fuertemente desde principio de año. Sin el Mepco, en las últimas semanas las bencinas habrían estado en promedio $ 100 más altas. Por lo tanto, el mecanismo está funcionando como debería.
- La semana pasada Fitch habló del bajo crecimiento en Chile, del déficit fiscal y de la situación política, que tiende a entrampar las reformas. ¿Cómo reciben esta advertencia?
- El manejo fiscal del Gobierno hasta el momento ha sido bien ortodoxo y el compromiso de este ministerio y del Gobierno con la regla fiscal es total.
Prueba de ello, fue en el 2022 hubo un ajuste del gasto del 23% y en 2023 el gasto creció solo 1%. En términos reales, ambas cifras son las más bajas desde 1990 hasta el momento y el Gobierno va a seguir comprometido con la regla fiscal, reduciendo para este año el déficit fiscal 1,9% del PIB y el próximo a 1,1% del PIB y finalmente a 2026 a 0,5% del PIB.
Las firmas de rating son agencias de riesgo y obviamente levantan ciertos riesgos. Y ahí entendemos, al igual que lo ha hecho el CFA, esta alerta al sistema político en su conjunto de que este compromiso sea de todo el sistema político. Hemos sido bien claros en que no hay mayores gastos comprometidos si no hay mayor financiamiento asegurado.

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